LEST’S TALK ABOUT SEX

Como ayer estaba triste, lo que me llevó a comer por lo bajo cuatro cucharadas soperas de chocolate líquido, hoy opté por levantarme temprano para ir a destrozarme al gimnasio.

Además como nuevamente estoy en el turno de tarde, me esperaba un gran aliciente, mi gigante entrenador personal de 2 metros y medio de negra cubana humanidad. Eso y mi amigo gay de las mañanas, que opera chistosamente como el reemplazo de mi patner de ejercicios nancy sim.

Como llovía, había poco gente, mejor para mí pensé, clase personalizada. Grrrrrrr!!!!.

Mi negro gigantón puso el ambiente, música cubana reggetonesca pero callejera. Onda ¡ Bailando sexy le doy, Dembow, Dembow, A ella le encanta como le hago y le doy
Dembow, Dembow!!!!. Mezclado con un ¡quiero arrancarte la tela, con cautela, mi piel canela, en seguida vela, ella es la protagonista de mi novela, mi cinderella!!!!.

Ignorando el frío y la ola polar que se avecina, Albert (el negro gigantón) ostentaba toda su humanidad en un short exasperantemente corto. Imposible no mirar, en eso estaba cuando me saludó mi amigo gay.

- Hola gueona, te caché. Ya estaí joteando al negrón.
- Na que ver gueón.
- Te dije que es de los míos linda, ni lo intentes.
- Jajaja. Taí seguro?
- No pero tengo fe.

No habían transcurrido ni cinco minutos de clases y el negro estaba cubierto por una glamorosa brillantes, mientras yo y mi amigo sudábamos la gota gorda con cero dignidad.

- Y tu que pensaí creís que es Hetero?
- Da lo mismo gueón, ese negro nos parte en dos a los dos con solo ponernos una mano encima. Es mushoooo. Me muero de susto.
- Yo no.
- Sorry niño pero la dura que no le das la talla. Sus brazos son del porte de esas ridículas piernas que cuelgan de tus short speddo.
- Perra
- Jajajaja

En eso estábamos, cuando el cubano nos sorprendió cagados de la risa. “De que se ríen chicos, vamos a ver si se ríen después de esto. Tú arrodíllate, me dice el negro.

-¡Uff, la última vez que me dijeron eso las cosas terminaron maaaaal!!! le alcancé a murmurar a mi patner.

- Ya los dos al suelo y profundo, me dan 10 flexiones!!! Más profundo, baja más, ahora sube lento, dale fuerte!!! Gritaba el negro totalmente asumido en su rol de entrenador.

Y yo cagada de la risa.

- Esa es tu especialidad, no?, le digo a mi patner.
- La tuya no?
- La tenemos en el repertorio pero no es nuestra especialidad
- Jajaja, te puedo dar tips cuando quieras.
- Ya po.

Minutos más tarde seguíamos en la mira del cubano, mientras intentábamos con poca suerte hacer una serie de abdominales con pesas.

- Puta yo cachó que es hetero
- Ya córtala gueón....¿Por qué?
- Tengo una tincá.
- Taí cagao, está muy bien hechito y cuidado para ser hetero, lo más probables es que sea de los tuyos.
- Averigüemos?

Dicho esto mi patner llamó al entrenador.

- Profe, no puedo arreglar la pesa, no entra la mancuerna es muy chica parece.
- Tienes que apretarla con fuerza.
- Cómo así?
- Claro, la apretas y se ensancha, ves?

El negro no se dio cuenta de las ocultas intenciones de mi compañero, tampoco entendió porque yo, mente de alcantarilla, me cagaba de la risa.

-Dime que no sabías que se esanchaba cuando la apretabas? le pregunté entre risas.
-Claro que sé, esa también es una de mis especialidades, me dijo el muy desgraciado.

A esta altura, la guevadita era una competencia. Me toca a mí, le dije a mi patner.

-Profe esta pesa es muy grande parece, le dije al negro con la mejor voz de guagua que logré ensayar.
-Es que la estás tomando mal
-No puedo, profe. Me duele...la mano.
-A ver nena, yo te muestro. Dijo el profe poniéndose a mi espalda para ayudarme a tomar la pesa.
- Es que es muy grande. me duele.
- vamos de apoco, lo tienes que hacer con cuidado, yo te ayudo, ves, despacio, sin miedo, de apoquito, ahora más rápido. Ves? Ya lo tienes, mantén la tensión, apreta fuerte. Así. un poco más rápido ahora. Eso.

Cinco largos minutos más tarde, el negro se fue a seguir su clase, yo miré a mi amigo con cara de victoria.

- Perra, me dijo. Y nos cagamos de la risa.

Número Dos.