viernes, febrero 17, 2006

Cómo vivir con luca y no morir en el intento

Siguiendo con la contingencia nacional, el Banco Mundial informó que el 25 por ciento de Latinoamérica vive con dos dólares al día, es decir, un poco más de mil pesos. La pregunta que cabe formularse es ¿Qué diablos haces con una luca diaria?. Nuestros amigos Taco y Riffo hicieron maravillas en su época universitaria (claro que aprovechándose de los bolsillos ajenos)...¿pero que pasa con el resto de los mortales?.

El tema da para mucho, sin embargo, como la idea de esta página es no caer en la seriedad (aunque a veces lo olvide número dos), voy a guiarlos perspicaces, aunque todavía reducidos lectores, por la senda de la frivolidad (again).

Aquí hay algunas pistas, con sus respectivos precios, de cómo sobrevivir con luca y no morir en el intento, algunas de ellas sacadas de los docu-realitys sobre pobres, mitos urbanos o aplicadas por amigos (los ya nombrados y el loooooco) o simplemente por quien les escribe:

Tomar un desayuno a lo Huesero: un tecito ($10) (no se te vaya a ocurrir botar la bolsa porque te puede servir para varios días), con una marraqueta ($60). (Le puedes echar más sal para el sabor).

Un almuerzo rico en calorías y bajo en precio: Fideos Líder ($300) con salsa de tomates ($99), y un refrescante jugo Yupy ($60). Olvídate del postre, quizás comerse un candy ($10) para saborear algo dulce.

Onces: ídem desayuno. Si guardaste la bolsa de té de la mañana sólo cuenta la marraqueta ($60).

El comodín: si estás cagado de hambre siempre viene bien una fruta cuya unidad no te sale más de $100, y lo mejor de todo es que puede ser comida a cualquier hora y en cualquier ocasión.

Finalmente, para el traslado, aplicar técnica Kung-Fu: esta técnica milenaria de los maestros chinos consiste en tener control mental para caminar y caminar y caminar (incluso soportando 30 grados de calor y una alameda en su horario peak). En el caso de que estés a mucha distancia de tu objetivo, olvídate de viajar en metro por el alto costo del pasaje, y usa las micros amarillas preguntándole al ogro “¿me puede llevar por 200?”...(que bello aquellos tiempos donde podías pedir que te llevarán por $100).

Después de este detallado análisis económico (digno de ser publicado en la sección Economía y Negocios de El Mercurio), y si es que sus mentes humanistas pueden desarrollar funciones matemáticas, podemos darnos cuenta que con esto se nos fue la luca... y eso que ni siquiera le sumamos la compra de implementos tan esenciales como el papel confort o la chelita de fin de semana. De está manera vuelvo a la pregunta inicial ¿qué diablos haces con una luca diaria?...quizás ustedes avispados lectores podrán darme alguna creativa respuesta.

Número Tres

10 comentarios:

Taco dijo...

Recuerdo que a la semana, a veces viví con 5 luquitas, otras veces con 10 o 15 (cuando me daban 15 me compraba un libro al bajar del terminal en la Crisis y quedaba en 10 igual. Si entraba y no compraba empezaba a traspirar helado adentro del local, en serio)en la semana en los tiempos universitarios. Pero en ese tiempo el pasaje valía 100, creo. O sea, quedaban 800, y como la señora de la pensión nos daba desayuno, sólo había que pensar en qué comer. Ahí entonces uno gastaba en un sandwich, o en comprar un vale de almuerzo a los giles que tenían y que nunca lo ocupaban. Valor: $500. Por lo tanto, van gastados apenas 700. Quedan 300, que se dividían en diskettes, fotocopias, hojas para imprimir y chelas. O en pasajes de micros para ir a ver cine, obviamente gratis (cosa que en realidad nunca hacía). Igual, debo decir, que no vivía siempre pitilla. Ah, el bolseo amigable y no barsa ni tampoco lastimero, más bien rudo o chistoso o descarado, que no es lo mismo que barsa, servía.

Claro, habían días, sobretodo a partir del 2000 (viviendo con mi amigo Maldi, en calle central, Viña, en el edificio de El Padrino, trafica del lugar), en que la pitillez alcanzaba rasgos máximos. En esos días, una dieta en base a papas era bastante saludable, aunque agotadora. Consistía en comer lunes puré con huevo, martes puré con mayo, miércoles papas cocidas con arroz, jueves pan con mantequilla y viernes pure semi cocido, asqueado de tanta papa, y con la inmediata esperanza de viajar a Melipilla por la tarde (llegaba a los viernes con la plata pa la micro y el pasaje a melipilla gratis que nos daba la municipalidad), donde mi vieja me esperaría con algo diametralmente distinto a mi casi exclusivo alimento.

Bueno, a los datos que da la Eve, hay que agregar que en este mundo uno no vive solo, sino que con amigos, familiares, gente con la que uno puede compartir su pitillez. Así fueron los tiempos en que viví con Quila, con Maldi, con Riffo, con Riffo y Korda, y con Riffo y Eve. Y gracias a compartir nuestros escasos prespuestos, podíamos vivir bastante bien, sin lujos ni ostentaciones, pero con el cariño y la amistad de compartir una chela viendo los sopranos, la deliciosa carne mongoliana de la entrañable Eve, o ver tele (estabamos colgados al cable, era arte del arriendo, cien luquitas por tres piezas y tele con cable) a eso de las 6 de la tarde con una taza de café y unos panecillos con algo rico, en una tele.

Gratos recuerdos, varios momentos duros y otros muy felices, siempre matizados por la monotonía del día a día: Los 6 años de mi vida universitaria.

Anónimo dijo...

Taquitooo..casi corre una lágrima por mi mejilla al rememorar nuestro concubinato. Por momentos contigo sentí como el amor que una madre le tiene a un hijo.

Recuerdo cuando llegaba del súper cargada de bolsas y tú me esperabas con un brillo especial en tus ojos. ¡¡cómo te gustaba abrir la bolsa para pellizcar el pan calentito!!, o cuando te hacía el chapsui de pollo y tú con una dedicación especial trozabas la pechuga en cuadritos, porque a mi me daban arcadas....ja, ja, ja..

Era tan reconfortante verte comer la comida que yo preparaba (y compraba) con tanta meticulosidad saboreando cada plato como si estuvieras en el mejor restaurante de Viña.

Es verdad, taquito, no vivimos con pomposidad pero gracias a ti y a nuestro amigo Riffo pude soportar con risas y veladas televisivas las vicisitudes de ese momento especial de mi vida.

Anónimo dijo...

Alguien dijo método Kung Fu???

Que manera más atractiva para ahorrar cuando las vacas están más que desnutridas, y además sirve para hacer un poco de ejercicio bajo el amparo del delicioso sol o de las peligrosas noches de la capital.

Recuerdo esas caminatas desde el barrio Suecia hasta mi casa en Ñuñoa, o hasta el suelo de alguna casa de un buen partner con tal de ahorrar el colectivo o la micro llena de borrachos.

O en la época Universitaria, cuando las fotocopias eran la prioridad tras una continua ausencia a clases o la simple flojera de tomar apuntes, motivo que implicaba caminar decenas de cuadras con tal de multiplicar la quinita para el Metro.

El cardenal Raíl Silva Henriquez o Ignacio Carrera Pinto finalmente lo agradecían, de tanto estirarlos unos les regalaba un lifting gratutito.

Agrego para todavía los más miserables, el desayuno y la once compuesta sólo por un vaso de agua, y de vez en cuando con un pan de supermercado, que salen entre 30 y 50 pesos, más económicos que los $60 citados por número 3. (además de ahorrar la bolsita del té, se economiza en azucar y el gas o luz para calentar el aguita).

Para el almuerzo un buen Bon o Bon, su bolsa de ramitas o sino la lastima y la cara de perro faldero para conseguir una mascada de completo, pan o lo que coma el vecino.

En la noche nada, y quizás llenar el estómago con el humo de un cigarrillo suelto, o el salvatore brindado por algún alma caritativa.

Tras ese ahorro, todo lo que sobraba se destinaba a copete, para después volver al círculo vicioso de la escasez y el metodo Kung Fu, ya que siempre hay que regresar a casa.

Mención honrosa también, y consejo para los derrochadores y a aquellos que calculan mal, la nunca bien ponderada cabeza gacha, ojos abiertos y rápidos reflejos para en paraderos de micro, pasajes sucios y veredas solitarias estar atento al peso, los 5 o los 10 que mentes despitadas dejan caer. Es lo que se llama macheteo pasivo, o lanzazo del caracol.

Número 1, Número 2 y Número 3 (artista invitada) dijo...

Y si de pellejerías culinarias se trata, alguna vez la vida me pilló tan, pero tan pobre, que al infeliz de Camarada, cuando quiso rellenar su pancita, le dí el siguiente menú:

CONCHO de jugo yupy aguado para que cunda
+
base para pizza con ketchup, un tarro de atún encima y queso rallado, 1:30 al microondas.

Resultado: Un sonoro 'GYUACK!'. Ni Meow-Meow, mi gata de esos tiempos, quiso probarla, y eso que llevaba atún.

Otra: Cuando era chiquita, onda 8-9 años recién supe lo que era ser pobre cuando me fui a vivir con Jackie a Arauco. No sé si llamarla desgraciada o poco preocupada, o con poco instinto materno, pero no puedo acordarme de una buena comida en aquellos tiempos. Ulpo con agua, puede ser? Probablemente ahi se haya cumplido la estimación de dos dólares diarios.

Ahora bien, pasando al tema de fondo, es aberrante y alarmante pensar que tu derecho a subsistir se estime en dos dólares diarios. Es prácticamente pensar que no tienes nada, porque según el régimen de Centellas el pan y el tecito serían los alimentos base. Excluyamos la leche, y pensemos en cómo cresta un niño en etapa de crecimiento va derecho al precipicio. Y después alegan que los índices de educación están bajos... ¿qué chucha podís pensar con un hoyo en la guata?

Número Uno

Número 1, Número 2 y Número 3 (artista invitada) dijo...

Fairlie te faltó contar cuando en tiempo de pitilles sureña te obligaron a coemrte a la "Marlen" la chanchita rosadita que aquel momento oficiaba como mascota.

Pd: porque será que el habalr de pitilles es imposible dejar de mencionara Camarada Arellano

Número 1, Número 2 y Número 3 (artista invitada) dijo...

Mi Marlencita... y yo lloraba 'Huííííííí!!!!' mientras devoraba ansiosa la tremenda longa con puré. Piensa, Ange, es como si te comieras al Musso en escabeche, muy gore la hueá!

Camarada, Taco, Juanito... todos son mis héroes de la pitillez. Chiquillos que sacaron una carrera adelante con sonido de tripas incluida,a diferencia de un personaje a quien el papá le pasa (creo que aún), a costa de sudor y lágrimas, 300 luquitas para que el niño de la familia se las carretee y siga pegado en la Revolución, compañero.

Ya, lo dije y qué, arriesgo demanda.

Número Uno

Anónimo dijo...

Calla Yerko, calla....no chacreamos esta instancia de espresión..señores...dejemos que el susodicho haga su (loca) vida.

PD: Negra, te he dicho hasta el cansancio que dejes de robarme mis ideas y pensamientos. Si recién hace unos minutos que te hice el comentario sobre camarada y chasss lo veo escrito aquí!!!!.

Número tres

Anónimo dijo...

Mi dieta de menos de dos dólares junto con Lara, en el glorioso y nunca bien ponderado apartamento de Limonares, era a base de PALTA.
Comíamos todos los dias palta...porque el viejo de Lara envió desde la chimba como 40 kilos de ese fruto. Taquito pasaba todos los dias a tomar once y asi sus dos dólares le cundían más...o no?

Anónimo dijo...

No sea lloròn bufonillo...recuerde que en esa època Lara estaba arrimado a buen árbol (un histericus molinarius), por lo tanto, penas culinarias no se pasaban en ese apartamento...aunque la gracia no salía gratis porque los gritos y escàndalos eran dignos de teleserie venezolana...

Anónimo dijo...

MENTIRA...!!!!!!! Recuerde que con nosotros vivía Harry Potter a finales del segundo semestre. En la primera parte del año sólo vivía Lara y yo. Recuerde que hasta nos robaron el shampoo de lo pobre q estábamos...jajaja
Haga memoria...!!!!!!