lunes, febrero 20, 2006

Oda a Juanito

Cuando termine mi reemplazo de quien más me acordaré, aparte de mis partners, será de Juanito el junior de la empresa.... una persona que me recibió con los brazos abiertos desde el primer día... con una lealtad que sólo la gente más sencilla y sin mayores pretensiones, posee.

El personaje en cuestión, es bajito y moreno y a pesar de que anda literalmente todo el día de arriba para abajo (del sexto al séptimo piso y viceversa) tiene una prominente barriga que palmotea cuando termina satisfactoriamente una tarea....También tiene una contagiosa risa, muy parecida a la de patán, el perrito de “Los autos locos”.... No sé porqué pero siempre se ríe....y eso que tiene turnos que superan las 12 horas y debe cruzar todo Santiago para llegar a su casa...

Esta buena actitud le ha traído buenos dividendos porque lo ha hecho merecedor de dos galvanos bañados en oro, que son motivo de su orgullo y que tiene ubicados en un lugar privilegiado de su casa.

Otro de sus bienes más preciados es la agenda que le regaló la empresa. Cuando tiene un rato libre, anota cosas que él nomás puede descifrar debido a su letra de niño, zigzagueante y con garrafales faltas de ortografía que reflejan su temprana deserción escolar.

Juanito me contó que era de un pueblo perdido al interior de Temuco y que desde niño había tenido que trabajar en el campo junto a sus padres y hermanos, que ahora ya están todos muertos como si una maldición hubiese caído sobre la familia Piucón...El trago, las pendencias y las enfermedades se los llevaron a todos ....

Como él era el más chico del clan, su misión era cuidar los chanchos del patrón. Cuenta que una vez se le escapó una chancha gigante, toda una calamidad porque su padre como hombre de campo era severo y de mano pesada con sus hijos. Sin embargo, días después la encontró recostada en un claro acompañada de numerosos y ruidosos chanchitos ...así fue como llegó al fundo con la díscola porquina y toda su prole, siendo recibido casi como un héroe.

Pero eso ya es pasado. Ahora ya está cercano a los 50 años y cambió el campo por la ciudad, aunque todavía le queda el acento sureño. Se vino con su “viejita” porque buscaba mejores horizontes laborales... Hace 11 años que arribó a esta empresa y su mujer hasta el día de hoy trabaja puertas afuera en una casa de las Condes.

Su hijo es carabinero y cuando habla de él no puede evitar una sonrisa...al principio era motorista y andaba metido en peligrosas redadas, hasta que balearon a su compañero durante una manifestación y a él lo relegaron a labores administrativas. Un alivio para Juanito que pensó que la maldición de su familia iba a afectar a su único descendiente varón....

Ahora su vida transcurre monótona y sin grandes sobresaltos, trabajando hasta que su cuerpo ya no resista subir las escaleras de un piso a otro, hasta que sus brazos ya no puedan cargar sobres, encomiendas, cafés y “un cuantohay”... En ese momento, Juanito será reemplazado por otro junior más joven y fuerte, de preferencia sureño, (porque tienen un mejor carácter)... Y sólo le quedará observar sus galvanos en la vitrina de su casa y recordar que alguna vez fue parte de una de las empresas más grandes del país. Aunque ahí ya nadie se acuerde de él...

Número Tres

3 comentarios:

Número 1, Número 2 y Número 3 (artista invitada) dijo...

Centellas:

Qué lindo, me encantó!!!!

Y creéme que mi juanito que acá se llama Donar (al que le dije Donald durante toda la prinmera semana de reemplazo) también sé será mi más entrañable recuerdo.

Ange

Anónimo dijo...

exijo que natalia cuente la historia de Donar y su experiencia con la muerte....

Número 1, Número 2 y Número 3 (artista invitada) dijo...

Con lo simpática que es la historia, la voy a arruinar con mi seudo literatura. Mañana le voy a pedir que la grabe directamente y se las descasetearé aquí

Guapísima N°1