Carta Abierta al Bufón

Estaba muy aburrida en mi alargado reemplazo de verano, ya habiendo leído LUN por completo y gran parte de la Tercera, cuando me topé con http://www.culturalibre.cl/. Allí, mi querido Juan Araya, en estos momentos asoleándose en las playas uruguayas, tiene una columna, que más debería llamarse blog, titulada “Bufón en al compu” (típico de Juan).

Me reí con disimuladas carcajadas internas, en el trabajo debo poner cara de seriedad aunque sólo hable por chat, recorriendo las líneas y aventurillas de mi querido potro. Y me sorprendí placenteramente con uno que otro articulillo, entre tanto chiste y ego sobredimensionado suelen escapársele uno que otro sentimiento genuino.

Fue así como llegué a una columna titulada “Todo gracias a una piscola” en la que el periodista chileno- uruguayo relataba entre uno que otro comentario de doble sentido como se estaba enganchando con una chica que venía saliendo de una larga y significativa relación amorosa. “Esta es una competencia arreglada” dice Juan, “yo ya perdí y ella tarde o temprano volverá con el guea de su ex.”

La lectura me llevó inevitablemente a una sábado hace un par de semanas, estábamos el escritor en cuestión y yo tomando sol en la diminuta piscina de mi depto, cuando él susodicho me contó sobre esta chica. Díaz que suele burlarse de Juan anunció “el fin de la humanidad como la conocemos, el Apocalipsis...si Juan corazón light se enamoraba qué quedaría para los mortales”. Entonces Juan, que al parecer ya se había topado con la fuerte presencia física o tácita del ex de la chica en cuestión, al que describió como un soberano pelotudo, le dio una charla a número dos sobre las relaciones amorosas, (chistoso Araya dando cátedra sobre relaciones). Sobretodo ahora, me decía, “Que vos venís saliendo de una relación que estuvo a punto de llevarte al altar, que ahora tenés que wevear...etc, etc, etc”. Momento en el que mua aprovechó de contarle ciertos detalles de su nueva vida amorosa, un poco para parar los joteos de Juan, un poco para hacerse la bacán.

Fue entonces cuando Juan, sacando al máximo su postura de macho al que no le entran balas, llegó a atropellarse antes de bufar “relájate, no te enganches, esto es una aventura, UNA AVENTURA, no le vayas a decir que lo querés aunque lo quieras, piensa que esto es una etapa, que es imposible que vos te enamores ahora y que lo más probable es que, por lo que contás, él sea un puto de mierda...bla,bla,bla”.

Reconozco que en su momento algunas de su palabras me hicieron sentido pero ahora, ahora estimadísimo Juan Araya, leo el final de tu columna... “AHORA SÓLO DESEO DISFRUTAR DE ESTE BUEN MOMENTO, ESTOY REALMENTE FELIZ Y QUIERO BESARLA, ACARICIARLA, CUIDARLA Y QUE ESTO DURE HASTA, HASTA…BUENO, HASTA QUE ELLA ME DIGA "TE QUIERO MUCHO, PERO HOY ES NUESTRA DESPEDIDA…" y me doy cuenta de que no es que uno se tome al otro como una aventura sino que somos nosotros los tarados que sabemos en el fondo corremos el riesgo de ser para ellos una AVENTURA y ahora Juan, ya extirpado el humor negro y la pose siempre cool, puedo decir que tus palabras me llegan...porque las vivo y las entiendo...aunque la muy gansa insista en pensar que la vida termina como en los cuentos de hadas siendo que ya todos los príncipes parecen haber muerto.

Número Dos.