
Semanas de cambio...me voy de la radio y vuelvo a trabajar al Ministerio de Cultura, mejor paga, calidad de vida e incentivo intelectual, sin duda. Aunque no puedo dejar de pensar que vuelvo a lo mismo que hacía el año pasado en esta fecha. ¿Será que si giras tres veces a la izquierda vuelves al punto de inicio?
Si me pongo a reflexionar sobre esto me vuelvo loca, así que mejor me salgo del tema y omito de paso hablar de mi regreso con el niño rucio que deambula hace casi 10 meses tácitamente por mis posteos.
Además el título de este posteo dice Panda's Style, así que más me vale hablar de los putos pandas.
De todos los cambios que se han concentrado en mi vida durante estas últimas semanas, lo que más me ha impactado es un estúpido corte de pelo que me ha convertido en un panda.
No sé que mierda me pasó ese día, de pronto me miré al espejo y me cargó mi pelo, “parezco evangélica” pensé, justo en el momento inadecuado cuando se cruzaba en mi camino un centro de estética que aceptaba visa. No supe como me senté, “quiero cortarme las puntas dije”, y la peluquera me dijo “ ¿le damos más onda o lo cortamos tal como está?”. Golpe bajo al ego, ¿osea que no tiene onda? maldita rucia. “Si dale onda, así como desordenado”, sentencié...Trágica frase, ambigua a cagar.
Obviamente la rucia hizo lo que quiso mutilando a su paso mi cabellera. Resultado: Ahora me veo cabezona e infinitamente pandesca.
Lo peor es que como soy tan perseguida me siento más observada que la osita Shuan Shuan cuando se la llevaron a Tokio a tirar con Ling Ling. Pobrecita, allí yacía redondita, más cabezona que nunca y ultra observada. (Más o menos como me siento ahora)
Todos los ñoños con lo que me topé luego del mencionado encuentro con la rucia “Scissors Hand”, me preguntaron ¿Te cortaste el pelo?...pedazo de profunda observación digna del nobel a la obviedad que siguió siempre de una pausa poco convincente y un “mmm se te ve bien”. Comentario que carece de credibilidad por la falta de entusiasmo y la imposibilidad de decirle a alguien que se ve igual a un panda.
Además soy una convencida de que nadie te dirá lo mal que te ves luego de cortarte el pelo, porque para qué decirle a alguien que el corte de pelo le queda pésimo después de que se lo cortó, qué posibilidades hay de que una corra a la peluquería y se injerte los cabellos mutilados, con suerte la alternativa es esperar 5 meses más hasta que vuelva a crecer y allí impedir que el error se vuelva a repetir.
Es cómo cuando le pregunté a una compañera de universidad cuantos meses tenía de embarazo antes de darme cuenta de que en realidad la chica en cuestión no estaba embarazada, sino sólo gorda. O como cuando le dije a una ex compañera de colegio que se cortara el pelo porque parecía evangélica, minutos antes de que la Katty me recordara que efectivamente la chica era evangélica...Simplemente un desastre.
No hay nada que hacer, la posibilidad de usar gorrito me devolvería mi sobrenombre escolar de “espermio” o “Bowling” (dulces cabezones y rompe muelas).
Así que a comer bambú y esperar hasta que crezca.
Número Dos